En los últimos años, la comunidad de metrología industrial ha comenzado a prestar mayor atención a una característica aparentemente menor de las placas de granito para superficies de precisión: el biselado de los bordes. Si bien la planitud, el espesor y la capacidad de carga han dominado tradicionalmente los debates, los expertos ahora enfatizan que los bordes de estas herramientas de alta precisión pueden afectar significativamente la seguridad, la durabilidad y la usabilidad.
Las placas de granito de precisión son fundamentales para la medición industrial, ya que proporcionan superficies de referencia estables y exactas. Si los bordes de estas placas permanecen afilados, representan un riesgo durante su manipulación y transporte. Informes de varios talleres de fabricación indican que los bordes achaflanados —esquinas pequeñas biseladas o redondeadas— han contribuido a reducir los accidentes y a minimizar los daños a las propias placas.
Los profesionales del sector señalan que el biselado es más que una medida de seguridad. «Un borde biselado protege la integridad del granito», afirmó un destacado ingeniero metrológico. «Incluso una pequeña mella en una esquina puede comprometer la vida útil de la placa y, en aplicaciones de alta precisión, afectar a la fiabilidad de las mediciones».
Las especificaciones comunes de chaflán, como R2 y R3, son ahora estándar en muchos talleres. R2 se refiere a un radio de 2 mm en el borde, generalmente aplicado a placas pequeñas o utilizadas en entornos con poco movimiento. R3, con un radio de 3 mm, es preferible para placas más grandes y pesadas que se manipulan con frecuencia. Los expertos recomiendan seleccionar el tamaño del chaflán según las dimensiones de la placa, la frecuencia de manipulación y los requisitos de seguridad del lugar de trabajo.
Estudios recientes en laboratorios industriales indican que las placas con bordes biselados sufren menos daños accidentales y reducen los costos de mantenimiento. Además de su durabilidad, los bordes biselados también mejoran la ergonomía durante la manipulación e instalación, lo que garantiza un flujo de trabajo más fluido en líneas de producción con alta actividad.
Las autoridades de seguridad han comenzado a incorporar directrices sobre el biselado en sus normas internas. En varias fábricas europeas y norteamericanas, el biselado de los bordes es ahora una práctica recomendada para todas las placas de granito que superen ciertas dimensiones.
Si bien algunos pueden considerar el chaflán de cantos un detalle menor, los fabricantes destacan su creciente importancia en la metrología moderna. Dado que los procesos industriales exigen precisión y eficiencia, prestar atención a características como los chaflanes de cantos puede marcar una diferencia considerable.
Los analistas predicen que, a medida que la industria metrológica siga evolucionando, el debate sobre los bordes de las placas se ampliará. Las investigaciones sugieren que la combinación de bordes biselados con otras características de protección, como dispositivos de manipulación y soportes de almacenamiento adecuados, contribuye significativamente a la durabilidad y fiabilidad de las placas de precisión de granito.
En conclusión, el chaflán —antes un detalle menor— se ha convertido en un elemento clave del diseño para la producción y el mantenimiento de placas de granito de precisión. Tanto si se opta por un chaflán R2 como por uno R3, los usuarios industriales están comprobando que este pequeño ajuste puede aportar ventajas tangibles en cuanto a seguridad, durabilidad y eficiencia operativa.
Fecha de publicación: 25 de septiembre de 2025
